Au Revoir. Témoignage d' un Expatrié

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Curiosamente es posible hacer un viaje trasatlántico en menos de una hora. Más peculiar aún es hacerlo 2 veces por semana. No tengo un Jet supersónico que me acompañe en esta aventura que ha sido descubrir, detrás de las rejas negras de una casa vieja, las bondades que aguardan en todo un continente.

Inmediatamente adopto otra postura, tal cual la de un extranjero: Bon jour- Merci- Je vais bien et toi?. Me apresuro a revisar la cartelera de actividades la cual siempre contiene nutritivas sugerencias de películas que ver, conciertos y exposiciones. Me detengo en el Café Mignon y aprovecho para saludar a todos los contertulios que ansiosos afinan los últimos detalles de su tarea pendiente. Estoy en otro continente en pleno este de Barquisimeto. Existe un salón París, Versalles, Nice y la mediateca Émile Zola donde por un precio más que solidario me llevo a casa obras clásicas que me permiten profundizar en una cultura distinta a la de Hollywood y su risa fácil.

Estoy en otro continente en pleno este de Barquisimeto. Estoy en la Alianza Francesa.

Por poco más de 2 años mi pasaporte fue sellado cada martes y jueves por la tarde. Hoy ha sido un hasta luego- À bientôt- Naturalmente muchas personas compartieron vuelo junto a mí. A todas ellas quisiera expresarles mi admiración y respeto por tantos buenos momentos compartidos. Muchos coincidimos en que a éste lugar se viene a mucho más que aprender a conjugar. La experiencia en la Alianza Francesa trasciende las dificultades del passé composé y el escurridizo verbo subjuntivo. Acá venimos a una desconexión de lo cotidiano, a nadar en aires más livianos.

Para algunos es la continuación del bachillerato donde se comparten historias de amor y desamor a voz callada en plena clase so pena de un llamado de atención de la profesora. Igualmente siempre nos tomamos algún tiempo para expresar cualquier inquietud general que exista en el momento, supongo que de alguna manera nos invade el espíritu francés que tomó la antorcha de la humanidad para abrir caminos y encandecer la vista de la ignorancia. Nuestro salón de clase es muy diverso en edades, oficios, profesiones, clases sociales. Nuestro salón de clase nos cobija con la confianza que sólo se tienen los amigos. ¡Voilà! ahí lo tienen, los tres sublimes enunciados de la República puestos en práctica por nosotros mismos: Liberté, Égalité, Fraternité.

Con mucha alegría recuerdo actividades como la del 14 de Julio y la presentación de obras de teatro referentes al momento histórico. Inolvidable por la preparación que ello implicó y las actuaciones estelares de todo el equipo. Asimismo la Feria Gastronómica donde todos los salones decoraron la sala de presentaciones para formar una auténtica convención cultural de habla francesa. Puedo jurar que, a ratos, me sentí en la embajada de algún lugar de África y de pronto degusté aquel exquisito pedazo de pan au chocolat que me hizo volver a París. 

Todas estas experiencias se van conmigo retratadas con pincel fino. A todos ustedes mis compañeros los invito a que continúen, no desmayen en el afán de ser diferentes siempre agradeciendo a quien nos corrige con paciencia. Mis viajes cesarán por un tiempo pero siempre tendré el blue, blanc et rouge junto al tricolor criollo en el maletín de mis acuarelas.