domingo, 15 de marzo de 2015

Lavando la Bandera

Son las 10am en la casa de mi madre,  yo voy pasando por la cocina y de repente la observo en el lavamanos del  baño haciendo unos movimientos poco usuales dada mi experiencia de convivencia con ella. Debí tener una cara de asombro poco común ya que no hizo falta preguntarle nada para que ella misma inmediatamente diera respuesta a mis pensamientos:” Estoy lavando la bandera, no se si eso se hace pero yo la estoy lavando”.

  No puede uno escuchar esa frase sin contextualizarlo todo,¿ que significa realmente lavar la bandera?,¿ es eso posible?,¿ eso se hace?. En el  tema literario, para mi lavar la bandera seria como pulir el amarillo, que resplandezca todo su brillo y se junte con un azul más limpio, sereno, callado y que de pie a que aparezca  el contraste, el llamativo y dramático rojo.  Los símbolos de la patria sometidos a revisión,  gracias al amor de sus ciudadanos que al verlos maltratados deciden sin tener certeza de que se hiciera correctamente tomarlos en sus manos y devolverles un poco de dignidad.


 Al vivir en esta sociedad donde constantemente se hacen observaciones sobre la falta de valores, la perdida de la moral y buenas costumbres uno debería pensar que rescatar todas las cosas que nos hacen ciudadanos debiera  ser imperioso para todos, una regla, una necesidad.  Lavar la bandera  va mas allá que echarle agua y jabón  a una porción de tela, es un acto de amor, implica acción y por ende pensamiento. Es hacer lo correcto,  cumplir con las leyes,  ser honesto, honrar a los mayores, respetar los derechos de todos, rescatar las instituciones,  dar los buenos días, no botar basura, ayudar a los demás. Tenemos que lograr que el agua nos sirva para que con ella se vaya toda mancha, abuso y violación de nuestro símbolo. Basta de que se utilicen con falsas intenciones, hora de sentirlos y demostrarlo con acciones, es hora de que todos lavemos a nuestra amada bandera.

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