jueves, 19 de marzo de 2015

YO NO QUIERO PETROLEO

31 de Julio de 1914 es la fecha oficial del reventón del primer yacimiento petrolero venezolano Zumaque 1 y que curioso que se utilice la palabra "reventón" ya que también tiene connotación de fiesta, parranda o jolgorio en el argot urbano moderno. Comenzó la fiesta y la entrada es gratis, todos están invitados y hasta se les asegura la respectiva torta para los familiares y amigos que no pudieron asistir; incluso tienen pastel asegurado por generaciones enteras, entonces ¿ que es lo que queda por hacer? Bailar al ritmo que suene y olvidarse del resto ya que zumaque 1 nos ha hecho acreedores de la torta mas rica y duradera del mundo.

El dueño de la fiesta era en ese momento Juan Vicente Gomez que para aquel entonces no tenía idea de cuan grande, ruidosa y envidiada sería la emanación natural. Aquel caudillo hizo lo que muchos consideran lo más prudente que fue otorgar el permiso para que subieran el volumen y esperar las regalías por su concesión, era una Venezuela totalmente rural y con poca comprensión de los avances tecnológicos de la época y menos aún de la necesidad de energía que el mundo demandaba, era una Venezuela "a caballo" ,como lo dice Manuel Caballero, que estaba en ese momento surtiendo a un mundo industrializo, un mundo "Hidráulico", se ignoraba en ese entonces como cuando la llegada de Colón y sus amigos el valor real de lo natural y a cambio de espejitos y buenos tratos al principio se accedió a entregarlo todo.

Solemos recordar quienes a bailes y celebraciones hemos asistido que a la mañana siguiente solo queda un horrible dolor de cabeza y en ocasiones de conciencia, pues esta fiesta no iba a ser la excepción aunque de las conciencias no estamos seguros si se adolecen. A lo largo de la historia se han visto los síntomas de esta resaca o "cruda" como se le llama en otros países, el crudo se ha malgastado a diestra y siniestra, ha servido para llenar bolsillos de gobernantes, familias selectas y clientes. Es que no se tiene medida ni sentido de la administración de tal riqueza por la sencilla razón de que no es nuestra.

No nos pertenece algo que no trabajamos por obtener y sin embargo nos obsesionamos por gastar. El dueño de su propio negocio sabe de lo que hablo. Quien se esfuerza por algo lo cuida y administra porque lo sabe suyo, y no quiero desestimar a las refinerías, procesos de distribución e industria que ciertamente representan una cuota de sudor en el explotación de petróleo en el país, pero el fondo del modelo es que NO es nuestro, nosotros no lo inventamos. En los últimos meses se ha visto una de las peores consecuencias de la mala administración de este recurso o "maldición negra", nos quedamos una vez más con las ganas de aprovechar un alza en los precios para lograr lo que ahora parece un imposible: diversificar la economía. Inventar nosotros mismos, producir lo que necesitamos es ahora la misión a cumplir porque sencillamente no nos queda de otra. Existen algunas publicaciones donde se preguntan por qué en países con menos recursos naturales que el nuestro, hay un mayor desarrollo económico, sencillamente ellos no tuvieron alternativa, era crear o morir nadie les vino a regalar nada.

Lo descrito anteriormente es lo que día a día publican periódicos o noticieros, un llamado a la reflexión sobre lo que un país debería tener como prioridad, en lugar de ver como repartir una torta procurar revisar su alacena y elaborar los ingredientes necesarios para realizar cualquier cantidad de pastelería que satisfaga mayor cantidad de gustos. Ello necesita obviamente entrenamiento, Educación. " Hemos hecho repúblicas pero no hemos hecho aún lo más importante, Republicanos" palabras de Rodríguez durante su épica cruzada por la instrucción de los ciudadanos para que tengan las herramientas necesarias para construir un país. Por estas razones señores lectores, yo no quiero petróleo.


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