lunes, 5 de octubre de 2015

Carta del Niño Jesus a los niños de Venezuela


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Querido hermanito niño venezolano, quizás te sorprenda que esta vez sea yo quien comience a escribirte y más aún en estas fechas. Resulta que no son pocos los que me han enviado desde hoy sus cartas, cosa que me sorprende, y pues he tenido que empezar a leerlas. Dado las cosas que allí me cuentan y la cantidad de correspondencia, me he tomado este tiempo para comunicarme contigo con el más puro afecto, amor y cariño que sabes que te tengo y siempre te tendré.

En tus cartas la mayoría comienzan como siempre, que te has portado bien, que has hecho caso todo el tiempo y que quieres mucho a tus papás. Luego me llama la atención que pides muchas cosas para ellos, no te lo reclamo, pero de nuevo, me llama la atención. Me pides que le dé a tu mami mucha paciencia, que la has visto cansada y muy angustiada. Me pides por comida y cositas para tu hermanita que papi no ha conseguido traer a la casa. Querido hermanito venezolano, incluso he detectado mentiras en tus cartas. Le has mentido a tus padres cuando te preguntan, en medio de aquella cola que tienes que ir porque no tienes a nadie que te cuide, si estas bien. 

Una sombrilla o sillita pequeña de playa, que la maestra llegue contenta al salón, unos zapaticos negros que aguanten bastante para por lo menos dos años, jugar a la pelota hasta tarde en la noche con tus amiguitos, son las cosas que más se repiten en tus deseos. Te quiero decir, querido y amado hermanito venezolano, que esta navidad como tú mismo me lo has dicho, va a ser difícil. Ya has escuchado que las hallacas y el pan de jamón quien sabe si las tendremos, tus papas que te aman mucho te han comentado sobre ello. También te dicen siempre que tienes que ser fuerte. 

Precisamente por eso mi amado hermanito venezolano te escribo. Te adelanto que probablemente tus juguetes este año se parezcan mucho a los juguetes de tus amigos, que los dulces y la comida será un poco diferente. Por todo eso yo quiero esta vez pedirte algo. Quiero que este año tú mismo seas el regalo que quieres ser, quiero que seas la alegría que quieres para tus papás, que contagies de imaginación tu casa y todas las situaciones que estés. Quiero que seas un buen compañero, un niño respetuoso con tus mayores, quiero que rías mucho cuando quienes estén contigo se sientan tristes, que hagas chistes y cantes mucho. Ya sé, ya sé, te conozco y eso no suena muy chevere para ti, pero debo decirte hermanito que a veces cuando más necesitamos y queremos algo, tenemos que empezar por nosotros mismos para que sea realidad. Ya verás que contagiando a todos de tu buena risa, de tus travesuras, de tu buen juicio las cosas serán mucho más tranquilas. Recuerdale a tus padres los viejos juegos de trabalenguas, ronda, el avioncito, loco escondido. 

Mi amado hermanito venezolano, si haces esto que te pido, cualquier juguete que te lleve quedará pequeño porque ya tendrás la alegría en tu corazón puro. Si he de pedirte una última cosa, esa sería que aprendas mucho, que veas todas las cosas que hoy te ponen triste y que te prometas tu mismo que jamás permitirás que ocurran de nuevo, te pediría que luches  por tu deseo de estudiar, de crecer, de leer y aprender sobre todas las cosas del mundo.

Sigue amando a tus papas, juega mucho con tu imaginación. No te preocupes, que yo siempre estaré allí. Inclusive este año.

Con todo mi amor y afecto hacia ti,

El niño Jesus..


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